Respirar es vital, pero para muchos trabajadores, el aire puede estar lleno de peligros invisibles. Polvos, neblinas, humos, gases y vapores en diversas industrias representan riesgos serios. La protección respiratoria es crucial para mantener la salud y seguridad en el trabajo.

Desde un taller de soldadura con humos metálicos o una planta química llena de vapores de solventes. El equipo de protección adecuado puede prevenir daños graves a largo plazo. Debemos seguir las mejores prácticas para elegir y usar equipos de protección respiratoria.

Las partículas menores a 10 micras no alcanzan a ser filtradas por las defensas naturales del aparato respiratorio. Pueden penetrar entonces más profundamente, provocando enfermedades como las Neumoconiosis y Fibrosis. Ciertos contaminantes llamados venenos sistémicos, como el plomo, cadmio o mercurio, pueden pasar de los pulmones a la sangre y alcanzar órganos como el cerebro, el hígado y los riñones provocando graves perjuicios.

Debe darse prioridad al control ambiental. Si esto no es suficiente, es necesario usar respiradores. Existe una gran variedad de equipos cuya selección debe basarse en el riesgo existente. En normas como la ANSI Z.88.2 de 1992, u otras normas aplicables se dan los fundamentos para esta selección. Los factores críticos para la selección son:

Para asegurar que su inversión en la salud de sus trabajadores rinda todo su potencial, es conveniente establecer un Programa de Protección Respiratoria que incluya el monitoreo, la selección de respiradores, pruebas de ajuste, capacitación, limpieza y mantenimiento de los equipos y evaluaciones periódicas.

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